Sea natural o artificial, la luz aumenta la producción de melanina en la piel (sobre todo si es sensible) y puede provocar el aparecimiento de manchas tanto blancas como oscuras. Por esta razón te recomendamos que, incluso si estás en casa, utilices protector solar algunas veces en el día para mantenerla protegida.

Se cree que los exfoliantes son buenos aliados contra las impurezas de la piel, lo cierto es que su uso frecuente puede llegar a dañar la dermis. No solo porque aumenta los niveles de melanina, sino porque al dejar la piel tan sensible después de su uso, es más fácil que aparezcan manchas o empeoren las que ya existen. Utiliza siempre exfoliantes lisos o naturales que se adapten a tu tipo de piel máximo una o dos veces por semana.

Tu piel pasa por un proceso de “estrés” cuando debe lidiar con el acné, muchas veces lo primero que hacemos es tocar o apretar las espinillas. Consejo: ¡no lo hagas! Las manchas marrones serán las primeras en aparecer cuando las heridas se sequen y dependiendo de la gravedad de tu caso, las secuelas del acné pueden ser leves o severas, visita a un dermatólogo que pueda recomendarte los productos adecuados.

¿Has escuchado hablar sobre el melasma? Básicamente es el exceso de melanina que genera nuestro organismo cuando hay un aumento considerable de estrógenos, esta situación es común durante el embarazo o un tratamiento con anticonceptivos y puede resultar en el aparecimiento de manchas en la piel. Sea cual sea el caso, es recomendable una valoración médica y cuidados en la alimentación.